Pensar al revés puede ser rentable
“Si quieres ser un gran científico, dedícate un cuarto de hora al día a pensar todo lo contrario a lo que piensan tus amigos”. Así cuentan que respondió Albert Einstein a un alumno cuando éste le preguntó cuál era la fórmula idónea para llegar a ser un gran científico. Parafraseando al genio de la Relatividad, cabría decir que si se quiere ser una empresa de éxito habría que dedicar un cuarto de hora diario para pensar al revés de lo que piensan nuestros competidores.
Más o menos, la receta de Einstein fue la que se aplicó Manuel Jalón Corominas en 1956, año en que unió un palo a una bayeta para alumbrar la fregona. O lo que hizo Enric Bernat también mediados 50, cuando ensambló un palo a un caramelo, dando cuerpo al mundialmente famoso Chupa Chups, que pasa por ser el primer dulce con palo consumido en el espacio. En ambos casos, tanto Bernat como Jalón hicieron bueno el concepto de creatividad entendido como la capacidad para combinar con originalidad sistemas o ideas, convirtiendo en brillantes asociaciones de elementos distintos.
Recuérdese que para Edison, en la innovación era “1% de inspiración y un 99% de transpiración”
De hecho, como defienden los profesores Rajadell Carreras, Marimón Viadiu y Garriga Garzón, “la creatividad no es una cualidad natural de un grupo de personas seleccionadas, entre otras razones porque existen herramientas para realzar y estimular las capacidades creativas”. Por este motivo, algunas empresas están utilizando técnicas para la estimulación de la creatividad como fuente de ventaja competitiva. Así, por ejemplo, Microsoft utilizaba el brainstorming abierto mediante correo electrónico con Bill Gates y otros gurús de la compañía. Por su parte, Nissan Internacional Design, en San Diego (EEUU), invita a los trabajadores a estrenos de películas para favorecer que las ideas surjan para nuevos productos.
Google es uno de los ejemplos más paradigmáticos de creatividad. Y lo hace a su manera: los ingenieros pueden dedicar un 20% de la jornada laboral a crear y desarrollar proyectos de lo más variopinto. Además, dispone también de su particular brainstorming abierto para que los trabajadores aporten ideas, desde un nuevo procedimiento a un producto, por loco, revolucionario.
Las compañías de más alta rentabilidad lo son precisamente por su audacia innovadora
Tanto en el caso de Microsoft como en el de Nissan Internacional Design o Google, las tres organizaciones buscan canalizar la faceta creativa de sus empleados hasta convertirlas en ventajas útiles para el mercado, para la calidad o para la productividad interna, persuadidas como están de una creatividad bien dirigida es el mejor aval para afrontar el cambiante mercado empresarial, que consume las innovaciones a una velocidad de vértigo. De hecho, las compañías de más alta rentabilidad lo son precisamente por su audacia innovadora. Ikea empaquetó los muebles y ya está.
Pero en este contexto de la creatividad conviene tener las cosas claras, porque si bien la innovación y la iniciativa “son los principales déficit de la economía española y de nuestras empresas”, además existe un criterio empresarial equivocado, porque se desatiende lo realmente importante, que es la gestión de la cadena de valor de la innovación.
De hecho, en múltiples estudios internacionales aparece como el principal factor clave del éxito gestionar la cadena de valor de la innovación. Empresas como Procter & Gamble, Microsoft y Apple se caracterizan por la forma de enfocar la cadena de valor de la innovación, desde la generación y búsqueda de las ideas, a su selección, ejecución y traslado al mercado.
Cómo hacerlo.
- Provoca la generación de ideas.
- Transige con el error.
- Reconoce la iniciativa innovadora.
- Conoce las experiencias del cliente.
- Pon en duda verdades inmutables del sector y cómo se hacen las cosas.
- Anima el liderazgo participativo.
- Adoptar estructuras de cooperación.
- Analiza, promueve y evalúa las competencias creativas.
- Rotar de puesto o rol al menos cada cinco años.
- Mide la cadena de valor de la innovación y su retorno.
Evidentemente, acometer procesos de innovación no es tarea fácil. Pero ten en cuenta, que como se afirma en este reportaje de CNNExpansión, “la historia está llena de relatos de aquellos que optaron por creer en su estrategia, incluso cuando sus sentidos y la experiencia les indicaban lo contrario (…) Los innovadores que viven para contar la historia de sus aventuras rara vez se mueven en línea recta".